El Hombre: Ente Material, Espiritual y Mágico


Además de su vida en el plano físico, el hombre existe en otros planos, aunque generalmente no tenga consciencia de ello. El hombre tiene siete cuerpos y siete chakras o centros magnéticos de energía.
El plano astral está compuesto de una materia sutil pero suficientemente densa como para servir de una especie de mediador entre el plano físico y los planos superiores. El plano astral es un plano de materia lo suficientemente sutil, la cual inter penetra el mundo físico.
Todos los seres y todas las cosas existentes en el mundo físico tienen su contraparte o duplicado astral, que en ciertas circunstancias puede separarse del físico y obrar libremente en su propio plano, libre de las trabas de la materia densa. El cuerpo astral de las personas y aún de simples objetos, puede ser dirigido a donde se quiera o mejor convenga a través del espacio interatómico.
El plano mental es de muy alta vibración atómica, se puede viajar con el pensamiento, lo mismo que con el cuerpo físico y con el cuerpo astral. Basta con concentrar la mente en un determinado lugar para estar allí realmente en instantes, con el pensamiento.
Los tres principales planos de existencia son el plano físico, el plano astral y el plano mental. El plano físico es propiamente nuestro mundo, en tanto que tenemos cuerpo denso y sentidos organizados de acuerdo con ello. Del mundo del astral podemos decir que es el mundo espiritual, cuyos dominios son del alma, la parte sutil del cuerpo real del ser.
Del mundo de la mente, o sea, el plano mental, nos vienen las ideas, el germen de las grandes realizaciones e inspiraciones, es el plano dominante de los pensamientos. La magia ha ejercido siempre una especial fascinación sobre todas las formas de hechicería, encantamientos y rituales de todo tipo. La aparición de la magia fue motivada por la necesidad del hombre de explicar los acontecimientos incomprensibles para él. Todos los pueblos tienen sus rituales de magia, actualmente existe un gran retorno a la brujería que se viene manifestando desde hace ya algunas décadas. La magia participa en las religiones, tanto como las religiones en la magia. Lo mágico tiene algo de religioso, pues se deposita la fe en ello. Pese a todo, las supersticiones se mantienen y comprobamos cómo el hombre del siglo XX sigue siendo fetichista y en caso de gravedad, como enfermedades tanto reales como postizas, no duda en recurrir a los remedios mágicos, visitando a un curandero, brujo, vidente o parapsicólogo, pues sabe que allí ha de encontrar la solución y cura de su problema tanto físico como espiritual.
Gracias a la magia y sus rituales, los pueblos evolucionaron y comprendieron mejor las fuerzas de la naturaleza que los envolvían y dominaban, causándoles temor, incertidumbre y esperanzas de lograr dominarlas y convertirse en dueños de sus vidas.
El fenómeno del hechizo y el contrahechizo está inmerso dentro del estudio y el conocimiento de la correlación de fuerzas aún desconocidas para el ser humano, sin embargo, las cuales manejan nuestras existencias. Todo lo que existe tiene que ver con la magia, estamos inmersos en un mar de magia y la practicamos día a día, muchos la hacen conscientemente, otros inconscientemente.
El hombre necesita de una fuerte motivación capaz de poner en marcha sus energías y potenciales ocultos.
Si el hombre actual está aceptando ya la terapia, el hipnotismo, las premoniciones, las revelaciones, el poder mental, ¿por qué no ha de admitir la magia con todo su mundo de hechizos, encantamientos y rituales, capaces de cambiar la vida de una persona totalmente, ya sea hacia el bien como hacia el mal?
La parapsicología es una nueva ciencia la cual recoge toda la fenomenología y problemática de un mundo, de todos los fenómenos mentales de nuestra existencia extra telúrica. La existencia del ser humano es misteriosa, mágica, esotérica, cabalística, angelical y también demoníaca. La parapsicología nos trae un conocimiento nuevo del hombre, nos trae todo un desmantelamiento y a la par toda una reconstrucción de ideas, conceptos y verdades trascendentales.
Es el fenómeno científico social más antitético y a la par más coherente. Se han muerto los brujos para nacer los parapsicólogos, con un enfoque mágico-científico, pues ya el ser humano se ha empezado a reencontrar a sí mismo, ha convertido en ciencia su devenir cosmogónico, su viaje hacia dentro, hacia el interior de sí mismo para encontrarse de nuevo con lo mágico.
Siempre he sostenido que la magia es el hombre en sí mismo. A la luz de todos los descubrimientos, los adelantos científicos, todo viene a demostrar esta afirmación. La ciencia que tanto despreció y condenó a toda la fenomenología que no podían comprender ni explicar, hoy en día llega a la conclusión de que las fuerzas mágicas existen y residen en el hombre. Las investigaciones parapsicológicas están revelando que aquello que hemos llamado brujería y que no ameritaba seriedad, no solo tiene visos de realidad, sino que resuelve problemas insolubles para nuestra ciencia actual.
El conocimiento esotérico, la parapsicología y el curanderismo se presentan como una extraordinaria gama de conocimientos que será la medicina del mañana. Allí donde falla la ciencia médica actual, la parapsicología con todas sus ramas actúa de forma eficaz.
Las principales manifestaciones del curanderismo, la otra medicina, se proyectan a través de la cirugía espiritual, la curación magnética, los preparados tomados, untados, los baños, oraciones que curan y los trabajos de magia para lograr cualquier cosa y solucionar cualquier problema que se pueda presentar en la vida cotidiana del ser humano. Vivimos inmersos en un mar de energías que nos envuelven por fuera y nos llenan por dentro. Debemos comprender que la magia, los hechizos, los encantamientos, los talismanes, amuletos y figuras mágicas tienen la capacidad para forjar, programar, sujetar o desatar fuerzas y elementos de la naturaleza mediante unos rituales y conjuros especiales, influyendo en nuestro mundo energético y cambiando y alterando las vibraciones de las cosas y de las personas a voluntad.
La magia no es el formulismo obsoleto del pasado, de nuestros antepasados ignorantes, sino que es la ciencia del futuro, es la ciencia del dominio del hombre sobre el medio ambiente, sobre sus semejantes y sobre las fuentes de poder que llevamos todos dentro de nosotros mismos.
El hombre desde siempre se ha debatido entre el bien y el mal, la luz y las tinieblas, entre Dios y el diablo.
El hombre moderno está redescubriendo sus facultades, sus potenciales y poder ilimitado, el cual tiene que aprender a manejar y manipular a voluntad, para poder cambiar las cosas a voluntad, para pasar de ser un espectador y actor de la vida a un hacedor y controlador de su vida. Cambios muy grandes nos esperan, el tiempo es muy corto, es preferible despertar a las grandes verdades por nuestra propia voluntad y decisión a ser lanzados a los abismos infinitos del saber de una manera forzosa y hasta cierto punto obligatoria.

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